Keith Richards

La Historia Más Desquiciada del Rock

Keith Richards no es solo una leyenda por sus riffs o su inconfundible estilo de vida lleno de excesos. Si hay algo que lo distingue en el mundo del rock, es su capacidad para protagonizar las anécdotas más insólitas. Una de ellas, y quizás la más alocada, es la historia de cuando decidió inhalar las cenizas de su propio padre.

 

En 2007, durante una entrevista con la revista NME, Keith dejó a todos atónitos al confesar: "¿La cosa más rara que esnifé? A mi padre. Me lo esnifé." Sí, lo que leíste. El guitarrista de los Rolling Stones mezcló las cenizas de su padre, Bert Richards, con un poco de cocaína y se hizo un “tirito”. Con su típico estilo irreverente, comentó que su padre no lo habría tomado a mal. De hecho, en sus palabras, a Bert no le habría importado "una mierda".

 

Richards no dejó la historia ahí. También relató otras experiencias que podrían haber sido fatales para cualquier otro, como cuando accidentalmente consumió droga mezclada con estricnina en Suiza. Aunque estaba físicamente muy mal, su mente seguía consciente, y recordó cómo las personas a su alrededor lo daban por muerto, mientras él pensaba "No estoy muerto".

 

A lo largo de los años, Keith ha vivido momentos tan extremos como impensados, y esta anécdota solo es una muestra más de su vida sin límites. Para muchos, este tipo de historias son parte de lo que mantiene vivo su mito, demostrando que Richards no tiene miedo de desafiar cualquier expectativa.

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